La pelota de Alejo Lingua Lavallén tras un golpe de drive se quedó en la red, y del otro lado, Fermín Tenti respira entre aliviado y feliz. No hay un festejo eufórico, pero no hace falta. Su reacción al partido que acaba de ganar lo dice todo. En Lawn Tennis, por primera vez en su carrera, el platense de 27 años se quedó con un partido en un cuadro principal de un torneo Challenger. Y en un momento impensado: volviendo de una lesión que hizo tambalear su continuidad en el deporte.
“Fueron tantos años buscando esto, y de repente encontrármelo ahora, en el primer Challenger que juego en mucho tiempo, después de la lesión… Estoy muy contento. No estaba dentro de los planes; ni siquiera sabía si iba a poder terminar el primer partido de la qualy”, le dijo Tenti a LA GACETA.
En segunda ronda, quedó eliminado ante Mariano Kestelboim, pero nada opaca una semana inolvidable para él.
En mayo de 2024, Tenti había sufrido un edema óseo en su rodilla. Aunque en principio la recuperación le iba a demandar sólo tres meses, cuando intentó volver sintió una fuerte dolencia. Por eso, rechazando la posibilidad de una operación y con la preocupación expresada por los médicos al no saber si volvería a jugar a nivel profesional, hizo rehabilitación y volvió a las canchas en Tucumán, pero en otro torneo: el M25 de Yerba Buena, a fines de febrero. Allí perdió en su primer partido y luego, en un torneo en Paraguay, se desgarró. Esta semana, otra vez, Tucumán marcó su regreso, esta vez con muchos mejores resultados.
“Esta semana fue un poco volver a sentirme deportista, a sentir que estoy sano, que puedo correr. Cuando arrancó el año, el objetivo era ver si podía jugar, y ahora gané partidos y el cuerpo me pide más”, remarcó el platense, actual 1052° del ranking ATP (llegó a ser 561°).
Una gran etapa
Antes de volcarse por el tenis, Tenti tuvo un gran paso por el tenis de mesa, disciplina que practicó desde los nueve hasta los 18 años. Su gran nivel no sólo lo ubicó entre los mejores jugadores junior del continente, sino que le permitió disputar un Mundial de mayores y los Juegos Olímpicos de la Juventud, en China 2014.
Esa etapa, asegura, fue inolvidable. “Me acuerdo mucho de los viajes, las anécdotas, eso es lo que más me queda. Cumplí los 11 años en China; fue medio loco. Y a los 12 me perdí en un shopping allá; estaba llamándola a mi mamá a las tres de la mañana de Argentina., y ella arreglándolo como podía”, cuenta entre risas.
“Los viajes de la Selección son los más divertidos porque son grupos grandes. Esos torneos tenían una magia distinta, que en el tenis todavía no lo logré conseguir. Es algo muy lindo cuando suena el himno, cuando tenés tanta gente que te apoya”, remarcó Tenti, que aseguró que los Juegos Olímpicos fueron “un flash”.
A los 18, tras varios años combinando ambos deportes, decidió volcarse por el tenis. Pero su etapa en el tenis de mesa, claro está, le dejó muchas enseñanzas. “Lo que más me sirvió fue en la parte de saber competir, que no es fácil de adquirir. El tenis de mesa me permitió tener una mentalidad ganadora; obviamente es difícil traspasarlo al tenis, pero al principio las derrotas y el proceso de aprendizaje lo podía aceptar mejor. No me frustraba tan rápido”, detalló Tenti. “Sabía que los demás tenían 10 años en el circuito, y yo arrancaba un poco atrás, pero estaba contento con lo que hacía y me entrenaba muchísimo para alcanzarlos en algún momento”, agregó.
¿Hay similitudes en la técnica de ambos deportes? “Nada que ver”, lanzó Tenti, aunque sí marcó algunas similitudes. “Puede ser la coordinación pelota-raqueta, la sensibilidad para volear y la reacción para los saques. Además es parecida la táctica de juego; en el tenis de mesa uno va buscando las debilidades del otro. Yo tengo un patrón de juego al tenis de mesa, que es buscar la derecha y entrar en rallys largos”, explicó.
Casi 10 años después de haber abandonado el tenis de mesa, al menos de manera competitiva, Tenti asegura no arrepentirse de su decisión. Y aunque hoy tenga que volver a remarla de atrás, por los puntos que perdió por el tiempo afuera por la lesión, disfruta de su vida en el circuito, y apunta, ahora, a recuperar terreno.